martes, 17 de noviembre de 2015

Grasa abdominal, un peligro para la salud aunque tengas un peso normal.







   Un nuevo estudio viene a confirmar los datos ya conocidos sobre lo negativos que resulta acumular grasa abdominal, incluso teniendo un peso normal, (entendiendo por peso normal el que establece el Índice de masa corporal, IMC)


   La investigación publicada con fecha 10 de noviembre de 2015 en la revista "Annals of internal medicine", valoró las mediciones tomadas a más de 15000 hombre y mujeres de edades comprendidas entre los 18 y 90 años.

   Unas medidas del perímetro abdominal de 100 cm en hombres y 86 cm en mujeres es considerado por los autores de este estudio como de elevado riesgo para la salud cardiovascular, por lo que recomiendan tomar medidas aunque el peso u otros indicadores personales sean normales.

viernes, 9 de octubre de 2015

9 de octubre, Día mundial del huevo



EL HUEVO



  Con motivo del día mundial del huevo, vamos a hacer un pequeño monográfico sobre este versátil alimento.

  El huevo es alimento básico. Posee un alto contenido en proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales (son aquellos que nuestro organismo no produce por si mismo y por ello deben de ser aportados por la dieta).

  Se considera una ración dos huevos de tamaño mediano (unos 100 gramos de parte comestible). Aportan el 7% de las Calorías diarias necesarias y proteínas de gran valor biológico (son necesarias y de fácil asimilación por el organismo).

  No contiene hidratos de carbono, la energía que proporciona proviene de los lípidos, principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (lo que beneficia la salud cardiovascular). Contiene también antioxidantes como el Selenio, vitamina E, carotenoides; ácido fólico y colina, necesarios para el buen funcionamiento del organismo.

  El huevo juega un papel importante en la dieta, es un ingrediente básico en la cocina, de alto valor nutritivo, apetecible, gastronómicamente muy versátil, fácil de preparar y con una excelente relación calidad-precio. Es el alimento con mayor densidad de nutrientes de entre los que habitualmente consumimos. Dichos nutrientes, además, están disponibles para ser utilizados por nuestro organismo.

  El huevo es especialmente rico en aminoácidos esenciales, ácidos grasos y algunos minerales y vitaminas necesarias en la dieta. Su alta concentración en nutrientes y su bajo aporte calórico ponen de relieve su papel no solo en la dieta de la población en general, sino también (y especialmente) en la de algunos grupos con necesidades alimenticias específicas como ancianos, adolescentes, gestantes, personas que realizan dietas hipocalóricas y vegetarianos.

  En el huevo, un 30% de su peso aproximadamente está constituido por la yema, un 60% por la clara y un 10% por la cáscara. Se considera que una ración son dos huevos medianos, con un peso total de unos 100 g de parte comestible, es decir, excluyendo la cáscara. Los componentes nutricionales están heterogéneamente repartidos, existiendo importantes diferencias entre la clara y la yema. La grasa, el colesterol y algunos micronutrientes se encuentran en la yema. La clara, sin embargo, está formada principalmente por agua (88%) y proteínas (11%), siendo la ovoalbúmina la más importante. El contenido de algunos minerales y el de vitaminas hidrosolubles es también comparativamente mayor en la yema.

  Los huevos aportan al total de la dieta una apreciable cantidad de proteína de fácil digestión y un perfil de aminoácidos esenciales similar al que se considera ideal para el hombre. Por esta razón, se dice que es de alto valor biológico (94 en una escala de 100).

  Dos huevos aportan unas 141 kcal, lo que supone un 7% de la energía diaria recomendada para un adulto, que necesita 2000 kcal. El huevo no contiene hidratos de carbono, por lo que la energía procede fundamentalmente de su materia grasa. La calidad de la grasa presente en el huevo es buena pues el contenido de AGM –ácidos grasos monoinsaturados- (3,6%) y AGP -ácidos grasos poliinsaturados- (1,6%) supera ampliamente al de grasa saturada -AGS- (2,8%). Contiene también AGP Omega-3, como EPA -ácido eicosapentaenoico- y DHA -ácido docosahexaenoico- que han demostrado efectos beneficiosos sobre la salud.

  El huevo es una apreciable fuente de vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la Cantidad Diaria Recomendada -CDR-), vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), cinc (20%) y selenio (18,2%). Ello hace del huevo un alimento nutricionalmente denso, rico en componentes nutritivos y con muy pocas calorías.

  Muchos de los nutrientes del huevo están presentes de una forma que los hace fácilmente disponibles, es decir, aprovechables para el organismo humano. Para poder beneficiarnos de todas sus ventajas nutricionales, el huevo debe cocinarse hasta que la clara esté coagulada. El calentamiento facilita la digestión completa de las proteínas del albumen, la liberación de algunas vitaminas y minerales y la destrucción de posibles microorganismos contaminantes.

El huevo tiene una estructura diseñada por la naturaleza con el fin de proteger y mantener el futuro embrión hasta su eclosión y dar lugar a un pollito. Por ello su contenido es de gran valor nutritivo.
El huevo está dividido en tres partes:
  • Cáscara: Formada principalmente por carbonato cálcico. Protege y aísla el contenido del huevo. Tiene miles de poros que permiten el intercambio gaseoso. Adheridas a la cáscara se encuentran las membranas testáceas, que forman la cámara de aire en el polo romo del huevo.
  • Clara o albumen: formada por dos partes, albumen denso y albumen fluido. Compuesta principalmente por proteínas y agua. Su textura y firmeza es indicativa de la frescura del huevo.
  • Yema o vitelo: parte central y anaranjada del huevo, su color varía en función de la alimentación de la gallina. Es la parte nutricionalmente más valiosa, ya que concentra la mayor parte de vitaminas, lípidos y minerales. Está rodeada de la membrana vitelina.

  El huevo es un ingrediente básico en la cocina, no sólo por su versatilidad y por el sabor característico que aporta a los platos. Tiene además otras propiedades:
  • Espumante
  • Emulsionante
  • Colorante
  • Aglutinante y espesante
  • Coagulante
  • Adhesiva
  • Clarificante
  • Da acabado brillante a las superficies

  Desde el instante de la compra debemos cuidar la adecuada manipulación del  huevo, teniendo en cuenta algunos consejos:
  • En el transporte desde la tienda al hogar, evitar los saltos bruscos de temperatura.
  • No lavar los huevos antes de su almacenamiento, aunque es conveniente lavarlos con agua justo antes de su utilización.
  • Conservarlos en el frigorífico. No mantenerlos a temperatura ambiente, al lado del fuego o fuentes de calor, o en lugares expuestos a la luz solar. Sacar los huevos del frigorífico justo antes de su utilización y únicamente los que se estimen necesarios para el plato que se vaya a elaborar.
  • Evitar que entren en contacto con otros alimentos o materiales que puedan aportar contaminación u olores extraños (por ejemplo, evitar que se mojen con las carnes frescas que gotean, y no dejarlos al lado de ajos, cebollas o de otros alimentos con olores fuertes).
  • Comprobar que no se ha superado la fecha de consumo preferente impresa en el envase.
  • Desechar los huevos con olores y/o sabores extraños, moho en la cáscara o aspecto anormal.
  • Los huevos más frescos y sin defectos podemos utilizarlos para alimentos cocinados a menor temperatura: tortillas, huevos pasados por agua, salsas, etc.
  • Los huevos cercanos a la fecha de consumo preferente, de cáscara débil o con fisuras debemos cocinarlos a temperaturas que garanticen la eliminación de patógenos (más de 75 ºC).
  • Si en el interior del huevo aparece alguna pequeña mancha de sangre, ésta no supone ningún problema para la seguridad. Puede retirarse con un cuchillo limpio y utilizar el huevo con normalidad. Tampoco supone problema la presencia de «nubes» en la clara, que suelen estar relacionadas con una mayor frescura del huevo.
  • Las superficies, recipientes, utensilios y equipos de trabajo deben mantenerse limpios, así como las manos. Evitar el uso de equipos y utensilios deteriorados, porque pueden albergar microorganismos. También de anillos o pulseras por el mismo motivo.
  • Evitar cascar el huevo en el borde de los recipientes donde se vaya a batir o que contengan otros alimentos. El recipiente donde se ha batido el huevo no debe emplearse de nuevo sin lavarlo previamente.
  • Nunca deben ponerse en contacto los alimentos ya elaborados con utensilios o recipientes con restos de huevo crudo.
  • No separar las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo. Hay separadores de yema y clara para facilitar esta operación.
  • Preparar con la mínima antelación posible los alimentos elaborados con huevo crudo (mahonesa y otras salsas) o cocinado a bajas temperaturas.
  • Los procesos de elaboración deben ser continuos, evitando esperar demasiado entre la preparación de materias primas y su posterior cocinado (por ejemplo, desde el batido del huevo hasta que se pone en la sartén para cuajar la tortilla).
  • Preparar la salsa mahonesa con la máxima higiene y conservarla en el frigorífico hasta su consumo. Es conveniente añadir un chorrito de vinagre o limón en su elaboración ya que el medio ácido facilita su conservación. En España, la preparación de mahonesas, salsas y cremas de elaboración propia en hostelería y restauración colectiva solo se puede hacer empleando ovoproductos pasteurizados y tendrán una acidez cuyo pH no sea superior a 4,2 en el producto terminado.
  • Cuajar bien las tortillas o revueltos y mantenerlos en refrigeración si no se consumen tras su elaboración.
  • En la hostelería y restauración colectiva usar huevo fresco solo si al cocinar el alimento alcanza una temperatura en su interior de al menos 75 °C. Si no alcanza esta temperatura (puede comprobarse con un termómetro de cocina), es obligatorio sustituir el huevo por ovoproductos.
  • Separar los alimentos crudos de los alimentos cocinados. Si no es posible una separación física, al menos hacer una separación en el tiempo, manipulando unos alimentos en diferente momento que los otros y realizando una limpieza a fondo de la zona de preparación entre unos y otros.
  • No dejar los huevos, ni los alimentos que contengan huevo más de 2 horas a temperatura ambiente, especialmente en épocas estivales. Si se sirve una comida al aire libre en tiempo de calor (alrededor de 30 ºC) no debe pasar más de 1 hora entre la preparación y el momento de servirla.
  • Conservar siempre en el frigorífico los pasteles, natillas y salsas con huevo, y consumirlos en las 24 horas siguientes a su elaboración.





martes, 29 de septiembre de 2015

¿Algo para cenar?

Brochetas  de pollo al estragón con puerros y puré de zanahoria.


Ingredientes para 4 personas unas 319 Calorías por ración, 13,9 g de grasa

4 filetes de pechuga de pollo gruesos y troceados (680g)
1 cucharada de estragón.
1 cucharada de mostaza a la antigua.
2 cucharadas de mantequilla baja en grasa
2 puerros grandes (unos 500 g) limpios y muy picaditos
4 zanahorias medianas troceadas
375 ml de caldo de pollo
1 pizca de nuez moscada








Elaboración:

    Repartir el pollo en 12 brochetas. Mezclar el estragón y la mostaza, y con las manos extender la mezcla sobre el pollo; tapar y refrigerar unos 20 minutos.
    Derretir la mantequilla en una sartén y rehogar el puerro hasta que se ablande. Tapar para que no se enfríe
    Calentar el horno a 200 ºC.
    Cocer las zanahorias con el caldo de pollo, hasta que estén tiernas; sacar las zanahorias. Reservar 125 ml del caldo de la cocción. Pasar las zanahorias por la batidora, añadiendo la nuez moscada; reservar tapado.
    En una fuente honda y grande , hornear las brochetas con el caldo que hemos reservado de cocer las zanahorias, sin tapar, unos 15 minutos.
Repartir el puré en los platos; servir encima el puerro y las brochetas.




miércoles, 23 de septiembre de 2015

Frutas de otoño II

    Continuando con los beneficios que nos aportan las frutas típicas del otoño, hoy destacaremos a tres de ellas:





Higo



    Tiene esta fruta un elevado contenido de agua y fibra, por lo cual cuando está
maduro es digestivo (favorece la digestión) y laxante (falicita el transito intestinal).
    Contiene vitamina A y en menor cantidad vitaminas C, B1, B2 y B3. Pos su contenido en potasio tiene un efecto diurético.
    Tanto seco como fresco, el higo, es un excelente reconstituyente debido a los azúcares que contiene: sacarosa, glucosa y fructosa.
    Es recomendable no abusar de su consumo dado que el efecto laxante que posee puede llevarnos a padecer diarrea.





Kiwi




    Lo más destacable de esta fruta es su contenido en vitamina C, es superior al que contienen las naranjas. Además, contiene también vitaminas del grupo B, E y minerales como el magnesio, cobre o potasio.
    Ricos en fibra, los kiwis, mejoran el tránsito intestinal evitando el estreñimiento.
    Es fuente de luteína, que aporta numerosos beneficios como son; el cuidado del sistema cardiovascular y como preventivo contra algunos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas.
    Favorece la absoción del hierro, la formación de colágeno y fortalece el sistema inmunológico.
    Es fuente de ácido fólico, ideal durante el embarazo y la lactacia.
    Muy útil para dietas de adelagazamieto o hipocalóricas.





Uva


    Son un fuerte aliado por sus propiedades laxantes, depurativas, diuréticas y antitumorales.
    Ricas en antioxidantes, contienen flavonoides, taninos y polifenoles, sobre todo en las variedades rojas y negras en la piel y las semillas.
    Refuerzan las defensas de organismo y el sistema inmunitario.
    Su contenido en flavonoides ayuda a prevenir el cáncer y evitan la formación de coágulos de sangre y la arteriosclerosis .

    Es destacable su contenido en ácido fólico y vitamina A, posee también pequeñas cantidades de  B1, B2, B3 y B6 así como vitamina C.
    Las uvas negras destacan por su contenido en potasio, fósforo, hierro, calcio, manganeso, magnesio y cobre. Su contenido en sodio es bajo.
    No es apta para el consumo por parte de los diabéticos.
El desayuno es una de las comidas más importantes del día, nos ayuda a afrontar la jornada con energía, ¿Tú eres de los que te saltas el desayuno, sólo un café o tomas un desayuno completo.


Pincha el siguiente enlace para dar tu respuesta: desayunar o no, he ahí la cuestión...






martes, 22 de septiembre de 2015

Comenzando el día con un buen desayuno


 Buenos días,

¿Qué tal si empezamos la mañana con energía? El desayuno es una de las comidas más importantes del día, tras el largo ayuno que se produce durante la noche y aunque parezca que no consumimos energía mientras dormimos, nos levantamos con los niveles de nuestras reservas de energía inmediata bajo mínimos. En algún spot publicitario nos cuentan las cosas que nos suceden un día sin un buen desayuno.

Aquí tenemos lo que podríamos considerar un desayuno para empezar bien el día:

Unas 471 Calorías

1 naranja
1 vaso de leche (200ml) con café y  cucharadas de azúcar
2 rebanadas de pan con aceite, una cucharada por rebanada (20ml en total). o 2 rebanadas de pan con 40gr de jamón serrano.



¿Algo para cenar?

    Se acerca la hora de la cena y por si no tienes todavía ninguna idea de que preparar, aquí tienes una sencilla recomendación.




Salmón en papillote





Ingredientes para 4 personas (unas 418 Calorías por ración)

4 filetes de salmón de unos 200 gr cada uno

2 cucharadas de zumo de limón
1 cucharada de alcaparras troceadas
2 cucharaditas de eneldo fresco picado
1,2 Kg de patatas cortadas en rodajas







Elaboración

Calentar el horno a 200 ºC
Colocar cada filete sobre un trozo cuadrado de papel de aluminio lo bastante grande como para envolverl por completo; repartir sobre los filetes el zumo de limón, las alcaparras y el eneldo. Envolver los filetes en sus paquetitos de papel.
Ponerlos en la bandeja del horno y hornear durante 15 minutos. Antes de servir se debe de retirar el papel de aluminio.
Mientras se hace el pescado, en una olla se cuecen las patatas al vapor.



    El alto contenido de vitamia B3 del salmón, hace que sea un alimento beneficioso para el sistema circulatorio. Además, la vitamina B3 o niacina puede ayudar a reducur los niveles de colesterol. Por su alto contenido en vitamina B3, este pescado es recomendable para combatir enfermedades como la diabetes, la artritis o el tinnitus (ruidos en los oidos).

    La abundacia de vitamina B6, presente en el salmón y también conocida como piridoxina hace de este alimento muy recomendable en casos de diabetes, depresión y asma. Asdemás, la vitamina B6 de este pescado ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, puede reducir los síntomas del túnel carpiano e incluso ayudar en la lucha contra el cáncer.

    Su alta cantidad de vitaminaD hace que el consumo de salmón sea recomendable para fortalecer la piel y los huesos. Ademas, el consumo de alimentos con esta vitamina, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y a prevenir ciertos tipos de cáncer.

    Sin duda, la importancia de este pescado está también en la cantidad de ácidos grasos Omega-3 que contiene. 

    Los ácidos grasos Omega-3 reducen los niveles de colesterol LCL (colesterol malo) y los trigicéridos. Al mismo tiempo que aumenta los del colesterol HDL (colesterol bueno). Además, ayudan al cerebro en su funcionamiento, mejorando la memoria. Combinados con las vitaminas A y D, los aminiácidos y los ácidos de selenio, protegen el sistema nervioso de los efectos del deterioro ocasionado por el envejecimiento. Previenen también la degeneración macular. Mejoran el aspecto del cabello, ojos y piel.